CUENTOS DE BRUJITA: DESCARADA Y EL SOLSTICIO DE VERANO VII


        Cuánto tiempo transcurrió de esta manera, Descarada nunca lo sabría. Altherius la tenía atrapada en su mirada y no pudo darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor. Todo el público se había quedado paralizado en la postura en la que se encontraban cuando la luz rosa estalló en el cielo. Unos mirando hacia arriba; otros formando corrillos; aquellos comiendo... Nada ni nadie se movía en el Bosque del Norte. Ni una hoja ni una brizna de hierba. Hasta la brisa parecía haberse paralizado.

        El mago Altherius le estaba hablando, pero no con palabras. En su mente confusa, poco a poco, se fueron haciendo más claras sus palabras. Se estaba jactando del poder de su magia.

              -       “¡A partir de ahora, todos me conocerán por el nombre de Altherius el Magnífico! ¡Mi poder y mi prestigio se extenderán por doquier! ¡Nadie se atreverá a enfrentarse a mí! Mira a tu alrededor, Bruja Descarada, mira y dime qué ves. ¡Ja, ja, ja!... todos están bajo mi hechizo, ¡incluidos algunos de los magos y brujas más poderosos! Pero yo soy más listo. Tengo en mis manos un conjuro imposible de neutralizar. Un conjuro de tal magnitud que ni tú ni nadie, por poderoso que fuera, sería capaz de anular”.

        En medio de este discurso, nuestra Brujita se preguntaba qué pintaba ella en todo esto. ¿Por qué estaba consciente? ¿Cuál era el motivo por el cual no estaba paralizada como los demás? Pensó en la bruja Lola y en los otros. ¿Qué les pasaría ahora? ¿Cuánto tiempo duraría el hechizo?

        Como si le hubiera leído el pensamiento, Altherius el Magnífico, le contestó:

              -        “ Sí, Descarada, ¿por qué? Durante años todos los que aquí ves, me han despreciado y se han reído de mí. ¡Pero ríe mejor quien ríe el último! He tenido paciencia y tras muchos y difíciles años de reclusión y estudio, he encontrado la fórmula que me va a proporcionar el poder supremo. ¡Ya lo ves, nadie parece capacitado para oponerse a mí! Pero no quiero continuar solo y te he elegido a ti, Bruja Descarada, para que seas mi compañera. Quieras o no. ¡Eso me da igual! Tengo poder para inducirte si te resistes, pero preferiría no tener que usarlo. ¡Tú decides!”.

        Y dejó sola a la Brujita en la explanada, paralizada como estaba y con la mente aún más confusa. Se preguntó si los demás también podrían ver y oír. Intentó comunicarse con ellos, pero no podía articular palabra.

 

*  SIEMPRE UNO

1 comentario:

  1. No pensaba que el Altherius este era tan retorcido, es la versión en brujo del mismisimo PalpatineBesitos!! ;)

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