CUENTOS DE BRUJITA: EL HECHIZO PERDIDO (III)


-  “¿Pero tú eres una bruja, o qué eres? ¿No eres capaz de ver a los Invisibles?”

-  ¡No!- dijo la Brujita Descarada con tristeza- ¡Ya me gustaría! He perdido mis hechizos y no soy capaz de encontrarlos. Por eso vine aquí a...

-  “¿...buscarlos?”- dijo la voz con tono malicioso. Empezó a reírse, bajito al principio, para ir subiendo el tono poco a poco. La risa se volvió tan estrepitosa, que la Brujita Descarada se tapó los oídos, roja de vergüenza y enojo.

-  “¡ Vale, vale! ¡Ju, ju, ju...! ¡Ya me callo! ¡Ja, ja, ja...!”- mientras esto decía, se iba haciendo visible poco a poco aquella criatura tan ruidosa. Tenía un aspecto rechoncho, y era de color verde.

- Bueno, ¡me presentaré! Soy Loe, y soy un Invisible, claro que sólo cuando quiero, je, je... y me estaba fumando mi pipa al Sol, tranquilamente debo decir, cuando apareciste tú perturbando la quietud de este maravilloso paraje. Hace rato que se te oye alborotar por el bosque... ¡Haces más ruido que un batallón de hormigas! Y dime... ¿va en serio eso de buscar hechizos? (¡Je, je, je..!)

-  ¡Pues sí! ¡Y no te rías, por favor!  Esto es un asunto muy serio para mí. ¡No soy capaz de realizar ningún hechizo! ¡Ni siquiera puedo hacer volar mi escoba! ¡Estoy desesperada!- dijo la Brujita Descarada.

-  ¿Y piensas que aquí vas a encontrar tus hechizos? (Pues vas lista, ¡je, je, je!) ... Digo, que ¡no veo cómo!

-  Comadreja me dijo que aquí, en el Bosque Tenebroso, vive la más sabia de las brujas. Por eso he venido, para pedirle que me ayude a averiguar qué es lo que les falta a mis hechizos para que funcionen. –se explicó la Brujita Descarada.

-  La más sabia... ya veo... (¡Esta chica está majareta!)... Pues llevo toda mi vida viviendo en este bosque, y no recuerdo haber oído hablar de una bruja más sabia que las demás. Tenía entendido que se reunían en Consejo para cambiarse sus chismes y ¡todas esas cosas! – Loe hablaba seriamente y la Brujita Descarada se iba desanimando. – No sé lo que te habrán dicho, niña, pero, ¿no te confundirás de bosque?

-  Estoy segura de que no me he confundido. Seguiré buscando, no hay otra cosa que pueda hacer. Si no la encuentro, ya puedo despedirme de ser bruja, ¡me expulsarán de la Hermandad de las Brujas! ¡Tengo que encontrar a esa bruja sabia! ¡Caminaré hasta dónde haga falta! ¡Caminaré hasta que la encuentre! – reiteró seriamente.

-  ¡Vaya, qué decidida estás! Parece una aventura interesante, tanto que casi me dan ganas de acompañarte. Pero yo soy una criatura de vida tranquila y apacible y, además, ¡jamás he salido del bosque! No me apetece descubrir qué hay fuera de él. – dijo Loe.

-  ¿No sabes qué hay más allá de las lindes del bosque?- preguntó la Brujita Descarada con incredulidad.

-  ¡Pues no! ¡No he tenido necesidad de saberlo!- contestó Loe, como si fuera un hecho conocido que los Invisibles no se aventuraban jamás fuera de los límites del Bosque Tenebroso.

-  Bueno, Loe, pues encantada de haberte conocido, pero tengo que continuar con mi búsqueda. ¡No tengo mucho tiempo!... ¿Puedes indicarme el mejor camino para salir del Bosque Tenebroso?

-  ¡Bien, si te empeñas!- dijo éste encogiéndose de hombros.- Te acompañaré un trecho... Lo cierto es, que no veo gente muy a menudo..., (de hecho, ¡no la veo nunca!)... y me ha gustado conversar contigo, Brujita. ¡Ven! ¡Por aquí!

Y salió por un extremo del claro, atravesando unos matorrales. No parecía haber visto el sendero, pues siguió caminando entre arbustos y matojos.

-  Oye, Loe, ¿y hay muchos más como tú? ¿Hay más Invisibles?- preguntó con curiosidad la Brujita Descarada mientras caminaban.

-  Pues en realidad, es un misterio. Alguno más hay... pero no solemos vernos con frecuencia. Más o menos cada trescientos años, nos reunimos a fumar unas pipas, pero poco rato. Somos solitarios y algo huraños, y la compañía de nuestros semejantes no nos agrada.

-  ¡Oh! ¡Qué pena! Entonces, ¡no tienes amigos ni parientes! ¿Con quién juegas?

-  ¡Yo no juego!- dijo Loe malhumorado. - ¡Y deja ya tantas preguntas! Y fíjate por dónde pisas, ¡que te vas a caer! – Y siguió caminando, dejando atrás a la Brujita que lo miraba sorprendida.

Durante unos minutos no volvió a dirigirle la palabra y cuando ya el silencio se le hacía insoportable a la Brujita, pues ella era una persona amigable y alegre, Loe se volvió y le dijo:

-  Sigue por ese sendero y enseguida llegarás a las lindes del bosque. Yo me quedaré por aquí, viendo cómo te alejas. Bueno, ¡que tengas suerte, Brujita Descarada! – y diciendo esto, desapareció de un salto tras un matorral dejando a la sorprendida Brujita boquiabierta.

Pensó que Loe era una criatura muy extraña, con su aspecto rechoncho y su color verde. Era curioso que nunca hubiera oído a nadie mencionar a los Invisibles. Tal vez nadie los conocía, puesto que no había mucha gente, incluidas las brujas y los magos, que se atrevieran a caminar por el Bosque Tenebroso, ni de noche ni de día. Ahora que se encontraba sola de nuevo, volvió a su mente el problema principal: ¡encontrar a la bruja sabia!. Pero claro, ¿debía fiarse de Loe y marcharse del Bosque Tenebroso sin preguntar siquiera a alguien más?. Pero claro, ¡tampoco había visto a nadie más a quien pudiera preguntar!

Decidió seguir adelante, ¡ya se le ocurriría algo!. La mañana avanzaba y sintió en el estómago la inconfundible sensación del hambre. Había salido tan apresuradamente  de su casa la noche anterior, que no reparó en coger provisiones. Ahora tendría que buscar en el bosque algo que comer. Se le ocurrió que no sería difícil encontrar alimento en el bosque. Se puso a observar las ramas altas de los árboles y cuando descubrió el escondite de unas ardillas, se puso debajo a ver si habían dejado caer algún fruto o semilla. Rebuscó entre la hojarasca, pero no encontró nada. ¡Eran unas ardillas muy aprovechadas! Esperó pacientemente por si dejaban caer algo, pero nada sucedió.

1 comentario:

  1. En la linea de las anteriores partes de esta historia, he de decir que me esta pareciendo un cuento muy bonito, lo mejor de todo, es que en ningun momento te aburres al leerlo, es mas, te cabreas porque se corta la parte y no ves como continua, esto es como las telenovelas, te quedas con el mono de mas!!

    ResponderEliminar