A medida que se separaban, Unodien volvía la vista atrás. Había esperado que más gente se les uniera. El Jugador y Daniel iban guiando el carro en silencio.
Los demás cabalgaban o viajaban en el otro carro o caminaban. No sabían lo que les esperaba más adelante. Sólo sabían que se dirigían a un nuevo comienzo y eso bastaba. Buscarían una tierra donde poder asentarse, vivir y crecer como personas y como comunidad. Un nuevo lugar donde progresar sin perder de vista las consecuencias del desarrollo indiscriminado. Un hogar en el que prosperar de acuerdo con la Naturaleza, sin dañarla.
Un nuevo mañana en el que demostrar que el Bien también forma parte inherente de la Naturaleza Humana.
FIN ???
* SIEMPRE UNO
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